Carta Apostólica del Papa Francisco: “Misericordia et misera”
“Que los ojos misericordiosos de la Santa Madre de Dios estén siempre vueltos hacia nosotros. Ella es la primera en abrir camino y nos acompaña cuando damos testimonio del amor...Confiemos en su ayuda materna y sigamos su constante indicación de volver los ojos a Jesús, rostro radiante de la misericordia de Dios”
Palabras del Santo Padre incluidas en el último párrafo de la Carta Apostólica Misericordia et Misera, presentada y firmada por él, el pasado domingo 20 de Noviembre de 2016, Solemnidad de la fiesta de Cristo Rey, en la clausura del Año Jubilar de la Misericordia.
Es un documento que contiene 22 puntos que tienen como fin la “misericordia y paz” a todos los que lo leerán. El nombre de la carta apostólica hace referencia a las dos palabras con las que San Agustín comenta el encuentro entre Jesús y la adúltera, es decir, la miserable y la misericordia; del que se desprende la enorme piedad y justicia divina y cuya enseña ilumina, así lo describe el Pontífice.
El Papa Francisco nos recuerda que “nada de cuanto un pecador arrepentido coloca delante de la misericordia de Dios queda sin el abrazo de su perdón”. Por lo que nadie puede poner condiciones a la misericordia de Él porque es un acto de gratuidad del Padre celestial, un amor incondicionado e inmerecido; una acción concreta del amor que, perdonando, transforma y cambia la vida.
Asimismo al concluir el Jubileo el Obispo de Roma nos invita a mirar hacia delante y de comprender cómo seguir viviendo con fidelidad, alegría y entusiasmo, la riqueza de la misericordia divina. Y pide que no limitemos su acción; no hagamos entristecer al Espíritu, que siempre indica nuevos senderos para recorrer y llevar a todos el Evangelio que salva.
Finalmente el Papa Francisco señala en su Carta Apostólica “las obras de misericordia corporales y espirituales constituyen hasta nuestros días una prueba de la incidencia importante y positiva de la misericordia como valor social”, que nos impulsa a “ponernos manos a la obra para restituir la dignidad a millones de personas que son nuestros hermanos y hermanas”.
Encontremos en el rostro del prójimo necesitado y sufriente el rostro de Jesús y hagamos un compromiso por seguir practicando las obras de misericordia, corporales y espirituales, así como nos invita el Papa Francisco a tener como valor social la misericordia.
Empecemos por leer la Carta Apostólica “Misericordia et Misera” y pongamos en acción sus palabras.
Con información de News.va